miércoles, 19 de febrero de 2014

TEMA 9: QUATTROCENTO ITALIANO: LA ANUNCIACIÓN DE FRA ANGELICO



A través de la web del Museo del Prado, podéis acceder a muchas obras en alta resolución y  observar los detalles, pincelada.. etc.  Haz click aquí La Anunciación, y doble click sobre la imagen.



También te muestro aquí un análisis de esta obra pero sabiendo la obra que es, es decir, sin aplicar el método deductivo requerido en las pruebas de acceso. Yo os proporciono algo de información ( no necesitais toda) y modelos de expresión y vosotros lo adecuáis a la plantilla de comentario.

LA ANUNCIACIÓN de FRA ANGELICO

Nos encontramos ante la obra del pintor quattrocentista italiano Fra Angelico, perteneciente a la primera mitad del s. XV dentro de la escuela florentina. La pintura de esta primera mitad del XV se caracteriza por la búsqueda de lo esencial, la sobriedad, el clasicismo y la permanencia de  algunos rasgos del gótico a diferencia de la segunda mitad de siglo donde la tendencia pictórica se encamina a desarrollar lo sentimental y narrativo. Se encuentra en el Museo del Prado (Madrid).

Se trata de una pala de altar, que va acompañada de una predela o pedestal, - que aquí no se observa y que narra escenas de la vida de la Virgen-.

Está realizada al temple (o témpera) sobre tabla, técnica que consigue acabados luminosos y brillantes, aunque no tanto como se logrará con el óleo, técnica que llegará más adelante, en el siglo XV, de mano de los pintores flamencos. 


El conjunto de la imagen presenta dos escenarios: en un primer plano la Virgen junto al Arcángel Gabriel bajo un pórtico y, en un segundo plano, la expulsión de Adán y Eva del Paraíso.
La primera escena, que narra La Anunciación, se encuadra en un pórtico renacentista con arquerías de medio punto sobre delgados capiteles, y, en cuyas enjutas aparecen tondos con la imagen de Dios padre; en el interior, la cubierta está formada por bóvedas de crucería con tirantes que soportan los empujes, pintadas de azul  y con estrellas simbolizando el cielo. La Virgen, sedente, sobre el cortinaje típico de las madonas de este momento y que sustituye al anterior fondo dorado, escucha al arcángel.

El espacio se articula en diferentes planos, logrando una profundidad que se acentúa por las marcadas líneas de fuga hacia la ventana, la presencia de la propia ventana y la habitación y  el pajarillo que se sustenta sobre uno de los tirantes del primer plano.  Fra Angelico intenta intensificar la profundidad con todos los recursos posibles.

La escena de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, situada al fondo, se presenta con un punto de vista bajo. El Paraíso es un jardín de flores y arbolillos tratados de manera minuciosa y cuyas especies son reconocibles, característica muy del gusto flamenco. En el cielo observamos un rompimiento de gloria  del que sale un rayo de luz dirigiendo la trayectoria del Espíritu Santo hacia la Virgen, momento conocido como la Encarnación. El ángel emite una luz sobrenatural  a modo de rayos, idealizada, en general, la transición de luces a sombras se hace de manera cuidad.

Los colores son planos y saturados, enmarcados en un delgado trazo lineal que juega con las curvas y contracurvas  típicas del gótico internacional. Los pigmentos utilizados son caros, como el azul de ultramar y el blanco de zinc, también utilizará oro y las aureolas son de pastillaje con incrustaciones de escayola. El suelo, de colores, representa veteados del jaspe y los todos se representan con la técnica de grisalla.
Las formas caminan hacia el naturalismo, aunque los rostros y cuellos de la Virgen y el ángel son todavía geométricos. Los pliegues son más blandos que en la época anterior, abandonado el acartonamiento (o la angulosidad).  Una de las novedades que vemos en Fra Angélico, y que ya había anunciado Giotto en el entierro de Cristo, es la expresión de los sentimientos, como el dolor por los pecados cometidos mostrado por Adán y Eva. La virgen y el ángel se comunican mediante la inclinación de las cabezas y el cruce de brazos a la atura del pecho, a modo de saludo y aceptación.

La temática es religiosa, aunque también busca representar una elipsis: por un lado Adán y Eva son el pecado, y, por otro, la Anunciación supone la redención, es decir, la pérdida y recuperación de la Gracia por la llegada de Cristo.

Fra Angelico fue uno de los pintores quattrocentistas florentinos más apegados a la tradición gótica. Su pintura y vida privada están íntimamente relacionadas pues para él, la pintura es el instrumento para expresar su sentimiento religioso. Se decía que nunca retocaba sus obras, pintaba "alla prima", puesto que su mano era guiada por Dios, y rezaba antes de comenzar cualquier pintura. 

 La totalidad de sus obras son de temática religiosa, colorido brillante, iconografía piadosa y con predominio de lo lineal, lo táctil y el tratamiento idealizado de los rostros.

Su papel en la pintura del momento es de gran relevancia por contribuir a la introducción del renacimiento: por una parte transmitiendo las innovaciones de Giotto, y, por otro, las suyas propias, creando así unas de las estirpes estilísticas que será seguida por Fray Filippo Lipi, maestro a su vez de Botticelli.

Dentro de sus obras más destacadas, podemos ver también los murales del convento de San Marcos, la capilla de San Bricio en Orvieto, el Juicio Final, la Historia de San Cosme y San Damián y otras anunciaciones. 

( Y habría que dedicar unas líneas al marco histórico).

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