Girolamo Savonarola fue un monje dominico nacido en Italia en 1452 y que llegó a ser confesor del gobernador de Florencia, el famoso Lorenzo de Medici. Enemigo del lujo, la corrupción, el afán de poder y riquezas y en general de la vida superficial, sus sermones eran incendiarios y atacaba de manera dura en ellos a la Iglesia Católica y al poder establecido. Criticó a los Medici y sus ataques contribuyeron a que el pueblo florentino finalmente se volviera contra ellos. El Papa acabó por excomulgar al monje que más tarde fue condenado a la hoguera por la Inquisición.
Savonarola, como decía, estaba en contra de todo lo superficial: lujo, cosméticos, arte, poesía, música, libros… y como resultado de sus ideas y su predicación, sus seguidores comenzaron a realizar las conocidas como “hogueras de las vanidades”, que no eran otra cosa que fuegos a los que arrojaban ropas elegantes, libros, obras de arte, y todo aquello que consideraban dañino por sustentarse en la vanidad y superficialidad del hombre.
Ejecucion de Savonarola
La más famosa de todas estas hogueras tuvo lugar en la Plaza de la Señoría, en Florencia, el 7 de febrero de 1497, cuando los seguidores de las palabras e ideas de Savonarola quemaron miles de objetos que habían recogido y requisado por toda la ciudad: cuadros, vestidos, instrumentos musicales, libros, cosméticos… No debemos olvidar que estamos hablando de la Florencia del siglo XV, por lo que las obras de arte, de todo tipo, estaban por doquier. Algunas de ellas acabaron en la hoguera, incluso puestas allí por su propio autor, como fue el caso deBoticelli, que entregó al fuego algunas obras suyas dedicadas a temas mitológicos. También se quemaron un gran número de libros, considerados licenciosos. Aquel hecho de 1497, la quema de objetos, es lo que se conoce popularmente como “La hoguera de las vanidades”.
Curiosamente, la obra escrita de Savonarola, hombre que había abogado por la quema de libros, fue incluida en el listado de libros prohibidos por la Iglesia, por lo que se puede decir que fue pagado con su misma moneda. Y no sólo por este detalle le pagó el destino al monje con su misma moneda, sino que su ejecución, el 23 de mayo de 1498, tuvo lugar en el mismo punto de la ciudad de Florencia donde sus discípulos habían llevado a cabo la hoguera de las vanidades.