El arte etrusco, propio de Etruria - región italiana situada entre los ríos Tiber y Arno- tampoco entra en el temario como tema, pero sí necesitamos conocer sus características más importantes para entender el arte romano.
Los etruscos utilizaron como material básico en sus construcciones el tufo volcánico, el adobe y la madera. En ocasiones utlizaban la piedra para los basamentos. La fragilidad de estos materiales provocó la desaparción de la mayoría de estos edificios. Utilizaron como sistemas arquitectónicos tanto el arquitrabado como el abovedado, sistemas que pasarían a la arquitectura romana.
El templo etrusco se levantaba sobre un podio de piedra al que se accedía por una escalinata. Esta escalinata señalaba el lugar de acceso que era solo uno, y con ello la fachada principal, destacada también por un amplio pronaos. La cella era única aunque también podía aparecer dividida en tres partes, cada una destinada a una divinidad - tríada capitolina-. La planta solía ser cuadrada y la cubierta a dos aguas con frontón triangular. El orden utilizado por los etruscos fue el toscano y sobre el frontón situaban esculturas realizadas en barro - terracotas- como acróteras. Aquí veis la reconstrucción de un templo etrusco, el templo de Júpìter capitolino que estaba en Roma.